El color marca la obra de Clara Gracia, un color que conjuga predominando una gama y desarrollando así una visión propia de los temas, acentuando los juegos lumínicos, entregada a una descripción intensa de la realidad, siempre presente en su obra, pero convirtiéndola en plataforma sobre la que construir su propia interpretación de los temas; los espacios cromáticos son desarrollados de manera rauda, conservando la frescura creacional, la impronta del momento preciso y fugaz, pero sabiendo conferirle una profundidad creativa propia y atrayente. (A. Iscla Crítico de Arte)
2/5/09
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